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Mostrando entradas de marzo, 2002

La Caleta.

       El corcho rebotó en le techo, en una explosión de espuma. La observé tras los ventanales; parecía divisar el mar y su estruendo, la vi dibujarse con un vestido de gasa, un vestido agitado por una pequeña brisa nocturna; en un instante recordé la llegada a la Caleta, la sentí apoyada en mi hombro; el calor de su rostro traspasaba mi ropa, mientras yo observaba cómo el mar me saludó a través de los árboles. El bus nos dejó a unos 500 metros de la playa. ¿Cuántas veces me había recibido la Caleta de igual forma? ¿Cuántas veces observé esas casas que me parecían maquetas desvencijadas amarradas a  los cerros? ¿Cuántas veces, una iglesia pequeña y hermosa, me hizo la venia de bienvenida, cómo diciéndome: 'No puedes dejarme, esta es tu magia'?  Cuándo salí al balcón, la encontré ensimismada y el mar me impactó con su sonido profundo. Miré al cielo y cirrus de nubes algodonadas, eran pintadas en diferentes matices por la argentada luna. El mar es el espejo del universo y en el

La Caleta. Ricardo Arratia

       El corcho rebotó en le techo, en una explosión de espuma. La observé tras los ventanales; parecía divisar el mar y su estruendo, la vi dibujarse con un vestido de gasa, un vestido agitado por una pequeña brisa nocturna; en un instante recordé la llegada a la Caleta, la sentí apoyada en mi hombro; el calor de su rostro traspasaba mi ropa, mientras yo observaba cómo el mar me saludó a través de los árboles. El bus nos dejó a unos 500 metros de la playa. ¿Cuántas veces me había recibido la Caleta de igual forma? ¿Cuántas veces observé esas casas que me parecían maquetas desvencijadas amarradas a  los cerros? ¿Cuántas veces, una iglesia pequeña y hermosa, me hizo la venia de bienvenida, cómo diciéndome: 'No puedes dejarme, esta es tu magia'?  Cuándo salí al balcón, la encontré ensimismada y el mar me impactó con su sonido profundo. Miré al cielo y cirrus de nubes algodonadas, eran pintadas en diferentes matices por la argentada luna. El mar es el espejo del universo y en el

Periquillo el de los palotes.

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A los güenos días queríos paisanos andaluces: Hoy traigo el saco lleno dista la boca, pero no pueo vaciarlo der tó porque la anchura es poca, aunque sí dejaré caer una parte, y en los domingos que vienen iré dejando más dista que le saco se quee arrugao y seco como la panza una vieja. Aunque en primer término hay que dicir, ¡viva Andalucía!, con el ánimo de que viva por siempre, y porque su día ya está mu cerca. Hacía mucho tiempo que no pasaba de noche por el Paseo de Almería, porque la verdá, como estanmos cuasi como moro sin rey, pos dá dista miero pasar por él. Pos a cá istante te salen los pediores de dinero, que unos con perros y otros con garrapatas, el caso es que no te dejan ni andar. pero no hay que apurarse; "esto va bién". Pero la otra nochesí pasé y me queé sorpendío al ver dos chorros de luces, - uno en cá acera, - en forma de tubo y que se levantan cuasi dle mesmo suelo, al alcance de cualquier

Periquillo el de los palotes.

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A los güenos días queríos paisanos andaluces: Hoy traigo el saco lleno dista la boca, pero no pueo vaciarlo der tó porque la anchura es poca, aunque sí dejaré caer una parte, y en los domingos que vienen iré dejando más dista que le saco se quee arrugao y seco como la panza una vieja. Aunque en primer término hay que dicir, ¡viva Andalucía!, con el ánimo de que viva por siempre, y porque su día ya está mu cerca. Hacía mucho tiempo que no pasaba de noche por el Paseo de Almería, porque la verdá, como estanmos cuasi como moro sin rey, pos dá dista miero pasar por él. Pos a cá istante te salen los pediores de dinero, que unos con perros y otros con garrapatas, el caso es que no te dejan ni andar. pero no hay que apurarse; "esto va bién". Pero la otra nochesí pasé y me queé sorpendío al ver dos chorros de luces, - uno en cá acera, - en forma de tubo y que se levantan cuasi dle mesmo suelo, al alcance de cualquier

Hundimiento de la escuela de Ohanes.

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El Expediente de 1734 Sobre la escuela de Ohanes (Alpuxarras) El expediente que a continuación se transcribe, firmado por el cronista oficial de la villa de Ohanes de las Alpuxarras Joseph Sancho el 15 de diciembre de 1740. (1) Documento Señor Alcalde de Ohanes de las Alpuxarras: Tengo el honor de poner en su conocimiento la inquietud que me produce ver la viga que media la clase que regento, pues está partida por medio, por lo cual el terrado ha cedido y ha formado una especie de embudo que recoge las aguas de las lluvias y las deja caer a chorro tieso sobre mi mesa de trabajo, mojándome los papeles y haciéndome coger unos dolores reumáticos que no me dejan mantenerme derecho. En fin señor alcalde, espero de su amabilidad ponga coto a esto si no quiere que ocurra alguna desgracia con los niños y con su maestro, éste su muy seguro servidor. Dios guarde a Vd .muchos años. Señor maestro de primeras letras de la localidad de Ohanes (firmado y rubricado)   (2) Documento. Señor maestro de l

LA RED DE REDES. Maribel Cerezuela

Como decíamos en semanas anteriores, la red de redes ha ido invadiendo poco a poco los hogares de forma indiscriminada y sin concesiones. LA RED DE REDES Claro que, teníamos que haber hecho un estudio de rigor antes de escribir este artículo, pero no dudamos en que ustedes entenderán que lo que he pretendido al escribirlo no es censurar, en absoluto, aptitudes de las personas ante el uso desmesurado de la red; pero sí exponer algunos ejemplos que espero les sea de gran utilidad. Desde muy antiguo, ya lo decía Pierre Grimal, hay versiones muy duras y contradictorias sobre la mujer, que es el tema del que vamos a tratar hoy; en su exposición sobre PANDORA, decía..." Es la primera mujer. Fue creada por Hefesto y Atenea, con ayuda de todos los dioses y por mandato de Zeus. Cada uno le confirió una cualidad, y, así, recibió la belleza, la gracia, la habilidad manual, la persuasión, etc.; pero Hermes puso en su corazón la mentira y la falacia. Hefesto la había modelado a imagen de las