En el gimnasio.
EN EL GIMNASIO.- autor: Nicolás Ximénez ¡Brgggrrrrrr!. ¡Que frío!. Subiré al gimnasio. Las escaleras que llevaban a la planta alta estaban un poco resbaladizas por la lluvia caída un poco antes. La gente se amontonaba en los rincones cubiertos por la bóveda de mármol de las escaleras, fumándose un cigarrillo, sintiendo pasar las horas, y el claxon de los coches que circulaban por la gran avenida de Pablo Picasso. Al entrar me saludan con amabilidad y sin decir nada ya me están ofreciendo una silla al lado del gerente. Me conocen de otras veces y saben que lo estoy esperando. En esta ciudad es difícil que llueva. Los más antiguos del lugar dicen que no recuerdan un día como el de hoy, demasiada lluvia, demasiado viento. Ese viento que un día viene dirección levante y otras poniente. Viento. No han pasado diez minutos de charla cuando me gritan que pase hacia el fondo,