SIETE CAMINOS PARA BEATRIZ El poeta aspira a construir su propio universo. Es un viaje necesario, imprescindible si se quiere alcanzar el objetivo final. La palabra es el instrumento más valioso, la piedra filosofal, el núcleo, la esencia del viaje. A veces, el poeta prefiere recorrerlo solo, y otras, se hace preciso de un acompañamiento real o ficticio, porque a fin de cuentas lo importante es la creación en sí misma, el proceso por el cual se deja ser y se es en otro, ayudado por la soledad y el silencio que impera en el propio proceso creativo. A “Siete caminos para Beatriz”, de Ernesto Pérez Zúñiga (Madrid, 1971) le sucede algo así. Bebe de la tradición clásica enteramente, “La divina comedia”, de Dante y por ende, la figura de Beatriz es el origen, y en su intertextualidad, los versos contenidos en ”Siente camino para Beatriz”, un texto complejo, que precisa de una lectura muy atenta para comprender el universo al que nos traslada, en pleno siglo XXI, su autor. Pérez Zúñiga se