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Mostrando entradas de marzo, 2018

LOS HIJOS DE LA CHANCA.

LOS HIJOS DE LA CHANCA: "EL NEGRILLO" La chanca es un suburbio almeriense encaramado en pictórico desorden en suaves cerros milenarios que van a dormir al mar, mecidos por sus olas, besados por el sol. De lejos, parece un paisaje encantado, recortado de un cuento de hadas. Cientos de caras inmóviles, de bocas y ojos rectangulares, se contemplan silenciosas en el espejo de las tranquilas aguas azules del pueblo pesquero. De cerca; ¡Qué distinta es de cerca!: chiquillos semidesnudos corretean por doquier; tocadiscos a todo volumen, entonando "quejíos" flamencos, ponen música de miseria a la algarabía de gritos de comadres sentadas en las puertas, al murmullo de compadres bebiendo en las tascas, a calles salteadas de latas y basuras. Aquí , vive "El Negrillo"; apodado así por el intenso moreno de su piel c

PROPÓSITOS. MARIBEL CEREZUELA

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Puente de las Almadravillas. Almería. Por Maribel Cerezuela Hay demasiado ruido en el patio. Acaban de dar las doce y veinte. Con ésta ya le he dado dos ojeadas a la estantería. No encuentro nada que me apetezca leer. Obligación. Ya hace siete días que planeé un viaje a Túnez y me terminé la trilogía de  El Señor de los Anillos .  Pintura al óleo. Obra incacabada por Maribel Cerezuela Tengo que terminar de pintar las sombras en los ojos de  Yoka . El cuadro está quedando muy bien. La gente, cuando llega al pasillo, siempre dice lo mismo:  "Vaya expresión. Píntale algo de luz a esos ojos, ¡por Dios!”  Y esa lista interminable que, como cada año y en estas fechas, nunca acaba como planeé. Buenos propósitos para un mes.  Homenaje al hombre desierto. Por Maribel Cerezuela Ayer me encontré en la pastelería de Eduardo, poco hablador donde los haya, un vecino que dice estar "todo el día pegado al ordenador". Juanjo me estuvo hablando de un nuevo juego  on   line  que le había a

D. TEBEOS Y OTROS

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Hace muchos años, cuando era una cría, me leí la obra  Jane Eyre,  escrita por   Charlotte Brontë que ha llegado a ser c onsiderada un clásico de la literatura en lengua inglesa.   A hora que la estoy viendo en Canal Sur me sorprende. Veo una mujer de una época con un carácter y una pasión que ya lo quisieran para sí todas las mujeres que aspiran a ser una figura política del siglo XXI. En estos momentos estoy leyendo "La gran estafa" de Manuel García Viñó, y ¿qué quieres que te diga? Cotejar otras opiniones siempre es positivo, nunca negativo, jajaja. Ya que le molestan tanto las frases hechas al autor, las recalco. A lo que iba, da la puñetera casualidad que se mete de lleno con mis ídolos de esta época de mi vida. En otra, cuando iba a la escuela, allí en Beires, había obras de Emilio Salgari, que era lo que leía y me gustaban, y ¡cómo no! todas las novelas de Marcial Lafuente Estefanía y de Corín Tellado, así que hasta que no llegué a Cabo de Gata no leí a león Tolstói, F

AGUA EN POLVO

ELIAS ANDRINO O LOS INVENTOS MAS HUMANOS por Juan J. Cienfuegos. VVA. de los Castillejos.  Homenaje a Matías, ni castillejero ni portugués sino todo lo contrario: del mundo. Cuando conocí a Elías Andrino, su razón ya había imaginado ciertas locuras. Era una de esas personas que apabullan aun más de lo que su presencia física, ingente, les concede, y eso que estaba algo metido en carnes. Sin embargo, iba diciendo, su peso era, sobre todo, especifico. La sombra del águila majestuosa cayendo enorme y lentamente podría ser una manera de figurarlo cuando se acercaba caminando, indefectiblemente, hacia la esquina del bar de Marco, habitual sede de su oráculo. Sin embargo, los adictos a aquel juego no le temían, y eso que dicen que esta clase de seres viven más por el miedo que en secreto se les profesa que por el respeto que en público se les reconoce, quizás precisamente para ocultar aquel temor. Paseaba las calles colindantes de la Plaza, estrechos empedrados de geométrica simplicidad, en

UN PARTIDO DE TENIS EN HUELVA.

Un partido de tenis en Huelva La luz refleja mi sombra alargada hasta el infinito, y con ella mi presagio de que no volverá. El juego de luces, al calor de estos farolillos me dan seguridad en esta noche fría. Intranquila mi alma, desespera con disimulo viendo como las manecillas del reloj van pasando sin que aparezcas. Rezaré, lo poco que recuerdo a San Pedro, imaginando estará gustoso en su altar velando por todos nosotros, los menos favorecidos en el comienzo de la odisea.  Mi piedra, como la huella que deja la tierra en la mata,  empezó caminando por El Parque Alonso Sánchez. Como mujer, de paso en esta maravillosa ciudad,  aventurera y trabajadora, soñadora y austera,  me iba acercando por la Avenida de Andalucía hasta  ver  la primera escultura, en forma de cobijo- asiento rodeada de muchas ramas de hierro y metal  en forma de hojas de higuera o parra  que me sirvieron de  aposento durante un buen rato. Desde allí divisaba a todo el que pasaba, así com

Ángel Simón Collado

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¡Esta luz ausente, sumida en el tumulto! ¡Esta sombra muda hablando sin descanso! ¡Esta quietud! ¡Sí, esta quietud incesante deambulando los espacios angostos de mi dormitorio sin límites! Y este olor nocturno a no sé qué espantos, como un sumidero algo lejano, como una sentina cegada -¡oh, mi sombra de luz!- a la cabecera de la cama. Y al hablar, entonces: un texto borroso hay, y una página en blanco, y un silencio tumultuoso, y un amontonamiento sin nombres, y una convulsión inútil, y un remolino, de ansias derrocadas y de lujurias marchitas. Sobre mis días, sobre mis horas, una calima innumerable, un polvo monótono y tenaz de muebles antiguos, y también, quizás, un aire enmohecido de salones muertos, de alcobas ya desalojadas por los hombres hace ya tiempo, me acompaña, y la tierra áspera que estrujo entre mis manos, ¡oh, tiempo! en mañanas que no quiero despertarme, en tardes de relojes monótonos y campanas inútiles, en noches abrumadas ¡ay! sin peso, número y medida, como una espe

La sangre. Maribel Cerezuela

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La sangre ya no es roja como el limón se ha sentido. Paradas, alturas, bajadas de temperatura. Negro parece. A borbotones ha fluído

Espacios. Maribel Cerezuela

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Espacios infinitos de negro abismo. Ondas resplandecientess  que tú no ves. Triste espacio donde la ausencia  es tu paz. ¿Me ves?