Gatos que son Santos

  

Gatos que son Santos

Gatos que son Santos

 

Gato verde y color mostaza, perico amarillo, bueno ya, gato de color verde en un rincón del mundo, que luce y aleja a los demonios. Gato maravillosamente del color del campo y de las verduras de la huerta… gato humano, con alma de santo y gran amigo. También hay gatos así en nuestro planeta Tierra.

Gatos que son Santos

  



Gatos que son Santos

 

Gato verde y color mostaza, perico amarillo, bueno ya, gato de color verde en un rincón del mundo, que luce y aleja a los demonios. Gato maravillosamente del color del campo y de las verduras de la huerta… gato humano, con alma de santo y gran amigo. También hay gatos así en nuestro planeta Tierra.

Corazón de huevo frito

  


Corazón de huevo frito



                                    CORAZON DE HUEVO FRITO

                                             -Dar brincos de alegría-



Quiero el corazón alegre y dar brincos de mujer contenta y mantener mi talento en el corazón de huevo frito, inquieto, brincador, con lazos eternos y bulliciosamente. Quiero un latir duradero, bate que bate, tac tac tic tac, que mi vida se acaba sin tu mirar. ¿Saber?... conocer que es, ¿cómo se hace?, ¿qué dirá Dios?, probar a fumar y beber... ¿será pecado?, mejor no hacerlo ni conocerlo, no probar más el anís el mono, está rico... No perder el alma que se tambalea ante todo lo nuevo, lo que puede ser arma de destrucción masiva. Ice, precursor de efectos trágicos que envejece, prueba, Ice, ayayayyyyyy, bueno, Ice y a mí que me dejen seguir en paz, con la armonía y lo bello, sin el Crepúsculo o con el, pero lejos de Ice y cambiando el corazón de huevo por uno de manzana.

Reflexión

 





Reflexión



Mar,
eterno mar.



Duermo
solamente yo.



Mar,
mar eterno.



 

Corazón de huevo frito

 



Corazón de huevo frito

Dar brincos de alegría


Quiero el corazón alegre y dar brincos de mujer contenta y mantener mi talento en el corazón de huevo frito, inquieto, brincador, con lazos eternos y bulliciosamente. Quiero un latir duradero, bate que bate, tac tac tic tac, que mi vida se acaba sin tu mirar. ¿Saber?... conocer que es, ¿Cómo se hace?, ¿qué dirá Dios?, probar a fumar y beber... ¿será pecado?, mejor no hacerlo ni conocerlo, no probar más el anís el mono, está rico... No perder el alma que se tambalea ante todo lo nuevo, lo que puede ser arma de destrucción masiva. Ice, precursor de efectos trágicos que envejece, prueba, Ice, ayayayyyyyy, bueno, Ice y a mí que me dejen seguir en paz, con la armonía y lo bello, sin el Crepúsculo o con el, pero lejos de Ice y cambiando el corazón de huevo por uno de manzana. 

Ángel Guinda

 

Salón de Lectura

Por José Antonio Santano


EL ARROJO DE VIVIR (ANTOLOGIA DE POEMAS DE AMOR) | ANGEL GUINDA | Casa del  Libro

EL ARROJO DE VIVIR
ANTOLOGÍA DE POEMAS DE AMOR


Es este un tiempo de incertidumbres y miedos, de oscuridad y tristeza. El odio se ha instalado de tal forma en el seno de nuestra sociedad que es rara avis hallar mención al amor. Sin embargo, el amor se abre paso incluso después de la muerte, con esta entrega del libro El arrojo de vivir (Antología de poesía de amor). Poeta de la muerte se le ha llamado en muchas ocasiones a Ángel Guinda (Zaragoza, 1948-Madrid, 2022) que fuera Premio de las Letras Aragonesas, y así lo expresa Raquel Arroyo en su nota final al citado libro: «Ángel Guinda, poeta al que se asocia inmediata y fundamentalmente con la temática de la muerte y por una mirada amargo-realista…». En realidad, Guinda fue algo más y antes que poeta, hombre cabal, y supo así, combinar experiencia vital y emoción para construir un universo poético que quedará como un tesoro de incalculable valor. La cuestión no es otra para Ángel Guinda que trascender la existencia a las más altas cotas de la poesía, vivir en los demás, compartir y explorar la condición humana para ser él mismo: poeta y hombre, de ahí su introspección a textos que versan sobre la soledad, el tiempo, la vejez, el olvido, la enfermedad, o, como no podía ser de otra forma, el Amor. En el libro que nos ocupa, El arrojo de vivir, precisamente, es el amor quien ocupa sus páginas tras la selección de sus poemas por Raquel Arroyo.




EL ARROJO DE VIVIR

ÁNGEL GUINDA. ANTOLOGÍA DE POEMAS DE AMOR

Editado con esa elegancia y saber propio de Trinidad Ruiz Marcellán, directora de Olifante, en una de sus colecciones, Papeles de Trasmoz, el libro viene a ser un objeto de arte. Mas no cabe duda alguna que su verdadero valor no es otro que su contenido. Poemas que nos predisponen a mirar a lontananza con la esperanza de que, después de un tiempo vivido tan opaco, no solo por la pandemia sino también por la deriva del pensamiento humano de los últimos años, sea el amor el que nos haga avanzar hacia un mundo mejor, y es, en este sentido, como se inicia el poemario: «Yo te he dado las claves del mañana, / lo poco que sabía para que tú lo olvides. // Te he dado compañía hasta quedarme solo / y calor hasta quedarme frío. // Tú me has dado el arrojo de vivir». Cada poema contenido en el libro nos acerca al amor con múltiples matizaciones, aportando al lector una riqueza extraordinaria tanto por su estructura como por su lenguaje, sencillo pero hondo, reflexivo, conjugando experiencia, conocimiento y emoción. El amor como fruto del desentrañamiento del yo para convertirse en el otro, en el tú, en el nosotros, como podemos comprobar en este par de ejemplos: último terceto del “Soneto de amor”: «Si ere tú lo mejor que me ha pasado, / si arderán los demás de nuestras llamas. / Si tú me faltas ya me sobra todo», o, en este cuarteto de “Somos pareja”: «Somos pareja pero somos grupo, / como grano es el trigo y es granero, / como luz es el sol pero es el día, / como río es la lluvia y se hace mar». Variada es la extensión de los poemas, incluso llega a la mínima expresión, el aforismo o sentencia, creando así una amorosa sensación de desnudez al escribir: «Abre los ojos para que amanezca», «Toda la luz del mundo pasa por tu mirada», «Tu piel es la profundidad de mi deseo», o, «Voy por la casa apartando sombras porque / falta tu luz». La excelencia poética de Ángel Guinda queda más que demostrada y es ésta una gran oportunidad para acercarse a su poesía amorosa en una primera instancia, porque el lector quedará muy satisfecho y con ganas de continuar buceando en el resto de su grandiosa obra.  Concluyo este comentario con el poema “Punto muerto”, por definitivo y por acoger la sabiduría y el más intenso sentimiento humano del enorme poeta que es Ángel Guinda, vivo por siempre en su lumínica obra poética: 

«Antes de ti / vivir era un viaje a ninguna parte. // Ahora sé que la muerte / debe de ser lo que es sin ti la vida».

 

Título: El arrojo de vivir (Antología de poemas de amor)

Autor: Ángel Guinda

Editorial: Olifante. Papeles de Trasmoz (2022)


ANA J. EGEA

  ANA J. EGEA HERVÁS . Calasparra (Murcia) 06/06/1953 - Tíjola (Almería) 26/12/2022 Nacida en Calasparra (Murcia), en una familia muy humi...