Inma Pelegrín. Primera Enseñanza.
INMA PELEGRÍN PRIMERA ENSEÑANZA El globo se dirige, en su ascenso imparable, camino al firmamento. Como si adivinara el recorrido se balancea, toma recodos transparentes en el aire. Arrastra tras de sí la cuerda que lo uncía, se aleja y disminuye hasta hacerse invisible. Su determinación no entiende de nostalgias. En la esencia del helio sólo hay libertad. Atrás quedó la feria con un niño que, al volver la cabeza, recibió, de su mano vacía, la primera enseñanza. CRACK El vaso resbaló. Quebró con su estallido una conversación irrelevante llenando de pedazos de cristal, de ruido y de reproches la cocina. Con el firme propósito de eliminar los restos del naufragio, meticulosamente, barrimos y fregamos las baldosas. A pesar de que es mucho el tiempo transcurrido, desde entonces, todavía me asombran las esquirlas que, hirientes, en las suelas aparecen. Acechan, contumaces, nuestros pies ocultas bajo el zócalo. Entre tanto, el rencor afila sus aristas. MATERIAL DE DERRIBO La casa se deshac