LA OSCURIDAD
LA OSCURIDAD La oscuridad se cierne sobre heladas estatuas y en el estanque los sueños se revelan decrépitos, como el junco que columpiaba en la rivera toda la vida, el agrio sabor de los reveses. En los silencios Fulgían los metales, las vasijas a flor de tierra, los podados miembros del olivo sobre la tarde, el destino descarnado y fugaz de quien se siente, por encima de todas las cosas ceniza o barro. Ante el mirar gozoso del sol y la montaña anduve lento, desesperadamente confuso entre la carne de la memoria indeleble y añil de las caricias, del solitario y gélido otoño enmudeciendo los dulcísimos sones del agua sobre la piedra