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Relatos de la existencia y de la vigilia. Ángel de Utrera

Angel de Utrera De “Relatos de la existencia y de la vigilia”: ‘El amigo y los frutos del árbol de Occidente’ ‘Hecatombes perfectas’ De “Las Horas Purpúreas” ‘Tu sacrificio fue por mi amor’ ------------ ‘El amigo y los frutos del árbol de Occidente’ EN MEMORIA DE ANTONIO FERNÁNDEZ SÁEZ Su corazón latía esperando la hora de encontrar al amigo. Recordó un antiguo proverbio chino: “Cuando esperes a un amigo no confundas los latidos de tu corazón con los cascos de su caballo”. Todavía no eran las tres de la tarde. El esplendente día de Enero estaba lleno de luz y de canto de pájaros. Había en su corazón una felicidad tan vasta que en ella la existencia se hacía ilesa en todos los seres. El Sol habitaba en los silenciosos patios de todas las casas y en las solitarias y soñolientas calles por las que él caminaba teniendo a sus espaldas el presentimiento del mar color de vino que hacía que la piel de su nuca y sus flancos se estremecieran al ser advertido que a pesar de aquel celeste día prim

Las horas purpúreas. Ángel Simón Collado

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        LAS HORAS PURPUREAS (Ángel Simón Collado)           En la taberna, el gallo lanzo su agudo canto. Los que al umbral esperan exclaman impacientes: "Abrid, que es breve el tiempo que nos queda, y el viaje que aún hemos de emprender , jamás tiene retorno".   Omar Kheyyam         Verterás del profano recipiente copa tras copa en genero acto de homenaje, y el gesto transparente cumple la promesa: hay un mundo intacto. Copa tras copa, el corazón honesto, pletórico de gracias por lo dado con ojos nuevos volverá sagrado la copa, mano, recipiente y gesto. En copa, en mano, en recipiente, en rito, el alma se sumerge en la inocencia de un origen final glorioso y recto, pues siendo más que un néctar exquisito sabemos que columbras en tu esencia la nobleza de un símbolo perfecto.

Las horas purpúreas. Ángel Simón Collado

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        LAS HORAS PURPUREAS (Ángel Simón Collado)           En la taberna, el gallo lanzo su agudo canto. Los que al umbral esperan exclaman impacientes: "Abrid, que es breve el tiempo que nos queda, y el viaje que aún hemos de emprender , jamás tiene retorno".   Omar Kheyyam         Verterás del profano recipiente copa tras copa en genero acto de homenaje, y el gesto transparente cumple la promesa: hay un mundo intacto. Copa tras copa, el corazón honesto, pletórico de gracias por lo dado con ojos nuevos volverá sagrado la copa, mano, recipiente y gesto. En copa, en mano, en recipiente, en rito, el alma se sumerge en la inocencia de un origen final glorioso y recto, pues siendo más que un néctar exquisito sabemos que columbras en tu esencia la nobleza de un símbolo perfecto.