Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como Mundo de Abraham

Mundo de Abraham

Imagen
El despertar lo sorprendió cercado. Era la incipiente luminosidad - tan suave para sus ojos- penetrando por la ventana que, en un descuido de su madre y también porque a él le gustaba así, había quedado abierta. Toda resistencia, con la mañana ya tan avanzada, resultaría vana; pero eso, no pareció importarle mucho al joven Abraham y pretendió- pretencioso- arrancar al calor de las sábanas un momento más de sueño. Así, semiconsciente, se hacía agradable, incluso sensual, ese susurro incoherente que su respiración le proporcionaba; porque era para él, exclusivamente para él. Pensamientos fugaces zigzagueaban en su cabeza. Ninguno se resistió lo bastante como para lograr ponerle nombre. ¡Eran tan volátiles! Semejaban duendecillos presentándose con la única intención de molestar, de no dejarle dormir. Y, lo peor, es que lo conseguían, pero, eso, sabía bien, no implicaba la obligación de claudicar sino todo lo contrario; debía levantar- ¡Ay levantar!- una dulce barricada a esos gnomos del d

Mundo de Abraham

Imagen
El despertar lo sorprendió cercado. Era la incipiente luminosidad - tan suave para sus ojos- penetrando por la ventana que, en un descuido de su madre y también porque a él le gustaba así, había quedado abierta. Toda resistencia, con la mañana ya tan avanzada, resultaría vana; pero eso, no pareció importarle mucho al joven Abraham y pretendió- pretencioso- arrancar al calor de las sábanas un momento más de sueño. Así, semiconsciente, se hacía agradable, incluso sensual, ese susurro incoherente que su respiración le proporcionaba; porque era para él, exclusivamente para él. Pensamientos fugaces zigzagueaban en su cabeza. Ninguno se resistió lo bastante como para lograr ponerle nombre. ¡Eran tan volátiles! Semejaban duendecillos presentándose con la única intención de molestar, de no dejarle dormir. Y, lo peor, es que lo conseguían, pero, eso, sabía bien, no implicaba la obligación de claudicar sino todo lo contrario; debía levantar- ¡Ay levantar!- una dulce barricada a esos gnomos del d